Durante el embarazo, la placenta se desplaza a medida que el útero se estira y crece. A comienzos de embarazo, es muy común que la placenta esté en la parte baja en el útero, pero a medida que el embarazo continúa, la placenta se desplaza hacia la parte superior de éste. Hacia el tercer trimestre, la placenta debe estar cerca de la parte superior del útero, de manera que el cuello uterino esté despejado para el parto.

Algunas veces, la placenta cubre parcial o totalmente el cuello uterino, lo cual se denomina placenta previa.

La placenta previa ocurre en 1 de cada 200 embarazos y es más común en mujeres que tienen:

  • Un útero anormalmente formado
  • Muchos embarazos previos
  • Embarazos múltiples (gemelos, trillizos, etc.)
  • Cicatrización del revestimiento del útero debido a antecedentes de embarazo anterior, cesárea, cirugía o aborto

Las mujeres que fuman o tienen niños a una edad avanzada también pueden tener un mayor riesgo.

  • Acciones de enfermería:
  • Se indica él envió a un centro para la atención cuando ocurre hemorragia vaginal indolora entre las semanas 28 y 30 de la gestación.
  • Valorar a la mujer hospitalizada
  • Vigilar los valores de hemoglobina y hematocrito y los leucocitos para diagnosticar la presencia de anemia e infección.
  • Vigilar sistemáticamente los signos vitales
  • Valorar los movimientos fetales
  • Indicar reposo en cama hasta tres días después de interrumpirse el sangrado
  • Garantizar que se dispone de sangre del tipo necesario, por si se necesita transfundir a la madre
  • Estar en condiciones de atender el parto de urgencia, mediante operación cesárea. (llamar al médico obstetra de guardia)
  • Advertir al equipo de asistencia neonatal sobre la posibilidad de que nazca un niño prematuro o con alteraciones.

Desprendimiento prematuro de la placenta:

  • El desprendimiento prematuro de la placenta es la separación de una placenta normalmente implantada en la pared uterina antes del parto.
  • Factores predisponentes.
  • Multipariedad
  • Antecedentes de desprendimiento prematuro de la placenta
  • Traumatismos externos
  • Cordón umbilical corto
  • Deficiencia de ácido fólico
  • Edad materna superior a 30 años

 

Signo clínico:

  • Sangrado vaginal intenso
  • Rigidez abdominal
  • Dolor uterino intenso que no remite, con hipersensibilidad a la palpación.
  • Incremento de la actividad fetal a causa de hipoxia o bradicardia, con disminución de los ruidos cardiacos.
  • Shock cardiovascular materno, de moderado a intenso.
  • Coagulación intravascular diseminada.
  • Insuficiencia renal.
  • Sangrado escaso y oscuro.
  • Acciones de enfermería:
  • Administrar por vía intravenosa líquidos y sangre, según se haya prescripto.
  • Vigilar de manera constante los ruidos cardiacos fetales
  • Vigilar la presión arterial, el pulso y la frecuencia respiratoria de la madre.
  • Vigilar estrechamente la magnitud del sangrado vaginal y la altura del fondo uterino (se eleva cuando hay hemorragia oculta).
  • Efectuar estudios sanguíneos, con hemograma completo tipificación y pruebas cruzadas y también realizar pruebas de coagulación en que se incluyen las tasas de  fibrinógenos y plaquetas.
  • Colocar un catéter para medir la PVC, medición que orientara sobre la necesidad de reponer sangre.
  • Practicar un cateterismo vesical (sonda de foley) y vigilar la diuresis horaria.
  • Preparar a la mujer para la atención inmediata del parto, que según el estado de la madre y el producto de la gestación, se efectuara por vía vaginal o por cesárea.
  • Asegurarse que su compañero esté al tanto de lo que ocurre.

Placenta previa